"Ciclo urbano de Jalisco."
La introducción de sistemas
regionales o domiciliarios de captación de agua de lluvia, la recarga de agua
subterránea y la incorporación de tecnologías locales basadas en la experiencia
cultural: desde las pequeñas plantas de tratamiento locales, los filtros domésticos
de agua, las tecnologías tradicionales de riego, los instrumentos de ahorro y
reúso, hasta los sistemas ciudadanos independientes de gestión del agua, por
poblados rurales o por colonias urbanas; deben ser reconocidos, fomentados e
incorporados para que la gestión del ciclo gane en complejidad.
Por lo tanto, gestionar el ciclo, y no
solamente el agua en estado líquido, implica también coordinar las diferentes
políticas públicas: hidráulicas, forestales, rurales y urbanas, lo cual hace
que una gestión compleja sea a la vez interinstitucional, interprocesual, inter
y transdisciplinaria, abierta al diálogo con los saberes comunitarios y más
ampliamente participativa.
Así, la gestión simple es integrada y no
descartada, como parte de la gestión compleja del agua, y a cambio la
simplicidad gana en sustentabilidad ecológica y sociopolítica, es decir, en
complejidad. Esto significa la necesidad de democratizar la gestión del agua,
es decir, la necesidad de que existan muchas llaves de paso entre ciudadanos y
profesionales, y no sólo las que manejan y administran, oligopólicamente, los
expertos hidráulicos.
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